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El 19 de julio de 2024, un problema masivo en los sistemas de Microsoft, exacerbado por una actualización defectuosa del software de seguridad CrowdStrike Falcon, provocó interrupciones significativas en servicios críticos a nivel mundial. Este incidente subraya la fragilidad de la infraestructura digital y resalta la necesidad urgente de robustecer las estrategias de respuesta a incidentes en las empresas.
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El fallo afectó a una amplia gama de sectores, incluyendo aerolíneas, bancos, organizaciones de salud y medios de comunicación en regiones como el Reino Unido, Australia, Europa y Estados Unidos. Según informes, aerolíneas como American Airlines, Delta y United Airlines experimentaron retrasos y cancelaciones de vuelos, mientras que el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y laboratorios hospitalarios en los EE. UU. también fueron afectados. Además, la Bolsa de Valores de Londres y varios bancos importantes enfrentaron interrupciones, lo que provocó una disrupción significativa en sus operaciones.
Consecuencias en manufactura
La industria de la manufactura es especialmente vulnerable a este tipo de fallos debido a su alta dependencia en sistemas IT integrados para la gestión de la producción, logística y cadena de suministro. Los fabricantes globales pierden aproximadamente $864 mil millones anualmente debido a tiempos de inactividad no planificados. En promedio, una planta grande puede perder 323 horas de producción al año, con un costo estimado de $532,000 por hora, lo que equivale a $172 millones por planta anualmente, según el cálculo de algunos expertos.
Las interrupciones en los sistemas pueden llevar a la pérdida de cientos de horas de producción, lo que no solo impacta financieramente, sino que también puede dañar la reputación de la empresa y la confianza de sus clientes. Las plantas de manufactura operan bajo estrictos cronogramas de producción, y cualquier retraso puede tener un efecto dominó en toda la cadena de suministro. La industria automotriz, por ejemplo, puede enfrentar pérdidas de hasta $1.3 millones por hora de inactividad.
Según algunos medios estadounidense, el caso del 19 de julio obligó a Tesla a detener las líneas de producción en sus instalaciones de California y Nevada. Los equipos de IT informaron a los empleados que podrían ver una "pantalla azul" en sus dispositivos, lo que orilló a la cancelación de turnos. Aunque el fabricante de autos eléctricos no parece haber reportado fallas mayores, sí hubo selamientos sobre afectaciones en la cadena de suministro.
Para una empresa de manufactura, este tipo de incidentes puede causar graves daños como la pérdida de producción y costos económicos; también puede alterar la cadena de suministro, lo que puede significar fallas bajo un efecto dominó, y en algunos casos podría causar un grave daño en reputación y confianza del cliente de sus clientes.
Recomendaciones
Empresas dedicadas a la ciberseguridad como F5 señalaron la necesidad crítica de que las empresas incorporen planes de respuesta a incidentes en sus estrategias de gestión de riesgos. En un comunicado de la firma, Oscar Sánchez, Senior Solutions Engineer de F5 México, indicó que la mayoría de los planes de contingencia actuales se centran en ataques cibernéticos más que en incidentes de sistemas, lo cual es un enfoque limitado. Los incidentes de ciberseguridad pueden ser altamente destructivos y su recuperación puede llevar semanas o meses debido a su complejidad.
Por tal motivo, la firma instó a las empresas a adoptar una visión más integral de la seguridad empresarial. En lugar de depender de herramientas independientes, recomendó estrategias que cubran la mayor cantidad de mecanismos posibles dentro de una organización. Esto incluye la implementación de mantenimiento predictivo y otras tecnologías avanzadas para monitorear y prevenir fallos antes de que ocurran.
Para ello, se consideró de gran importancia analizar de manera profunda cada incidente y aprender de ellos para el futuro. Esto incluye explorar alternativas en conexiones, aplicaciones y servicios, y asegurarse de que las empresas estén realmente preparadas para manejar estos eventos inesperados.
El reciente fallo en los sistemas de Microsoft sirve como un recordatorio contundente de la necesidad de robustecer las estrategias de respuesta a incidentes y adoptar un enfoque más proactivo y holístico hacia la seguridad IT.
Para la industria de la manufactura, donde los tiempos de inactividad pueden traducirse en pérdidas millonarias, la implementación de tecnologías avanzadas y la gestión proactiva de riesgos no solo son recomendables, sino esenciales para garantizar la continuidad del negocio y la resiliencia ante futuros incidentes.
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